Hoy más que nunca, me uno al proceso de autogestión de proyectos musicales que no significa precarización y no financiación.
Yo la defino como ese primer paso para que su proyecto musical pueda ser dirigido por usted mismo con cumplimiento de sus propios objetivos y un planteamiento desde lo corporativo en el arte.
Profesionalizar nuestra comunicación interna y externa hará que se lleve a otros niveles el proyecto planteado. Claro está que podemos empezar solos, con nuestras ideas o talentos, e ir organizando desde adentro.
Al día de hoy, el artista no es solo artista sino es creador de contenido. Debe abordar el entretenimiento como una necesidad sacando a flote todas las actividades artísticas al rededor de lo que se puede dar al público y se logre acoplar a nuestro proyecto musical.
Pensar el arte como un modelo de negocio, no es dejar el arte sin significado sino precisamente en ese modelo establecer todas las uniones entre la inspiración y el negocio para tratar la música como emprendimiento.
Los invito a seguirme para este y más contenidos en mis redes sociales.